En algunas ocasiones, por motivo de una celebración especial, nos decidimos a descorchar una botella de nuestro vino favorito que llevamos conservando en nuestra bodega durante muchos años. El único problema es que en muchas ocasiones el corcho ya está inservible, por lo que extraerlo con un sacacorchos tradicional de espiral es poco menos que imposible.
Para estos casos, lo aconsejable es servirse de un sacacorchos de láminas, también llamado sacacorchos «Gitano» o Sacacorchos «Mayordomo» (llamado así porque los mayordomos conseguían probar los mejores vinos de las exquisitas bodegas de sus amos sin dejar marcas en el corcho), un utensilio práctico, barato y que es fácil de localizar, ya que se suele vender en muchas tiendas especializadas y en comercios online. La ventaja es que no perfora el corcho, con lo cual nunca caen partículas de corcho en el vino. Además el corcho de los vinos viejos al no estar tan expandido permite que haya espacio para introducir las láminas del sacacorchos entre la intersección de vidrio y tapón.